Entradas en lista de espera quirúrgica en junio 2025: aún elevadas, pero con síntomas de haber alcanzado su máximo
A modo de reflexión adelantada del informe que estamos preparando sobre la lista de espera quirúrgica, con datos actualizados a junio de 2025, compartimos este primer análisis centrado en las entradas al sistema.


La lista de espera quirúrgica (LEQ) debe entenderse como una variable resultante. Por tanto, el número de personas en lista de espera, considerado por sí mismo, es un dato que prácticamente no significa nada si no se analiza en relación con sus flujos de entrada y salida y con el contexto asistencial en el que se produce. El dato que se publica en cada corte temporal refleja el resultado de una dinámica: el volumen de pacientes pendientes del período anterior, más las entradas que se producen, menos las salidas, ya sea por la actividad quirúrgica realizada o por otras causas. Por este motivo, la LEQ no puede utilizarse directamente para analizar ni la demanda ni la actividad si no se estudian previamente sus flujos.
Dentro de ese marco, el análisis de las entradas en lista de espera quirúrgica resulta relevante para comprender la presión que recibe el sistema, aunque siempre debe interpretarse con cautela y de forma integrada con las salidas y la capacidad resolutiva.
Si se observa la evolución de las entradas semestrales durante los últimos años, aparece un patrón claramente recurrente, con un comportamiento en diente de sierra. De forma sistemática, las entradas del primer semestre son superiores a las del segundo semestre, lo que se explica por una mayor actividad asistencial en la primera mitad del año y por la reducción estructural de la actividad en la segunda, condicionada por los períodos vacacionales, especialmente el verano y las fechas navideñas. Se trata de un comportamiento tradicional del sistema sanitario público español.
En esta serie temporal debe descartarse el dato correspondiente a la pandemia, que constituye un valor atípico y no representativo del funcionamiento habitual del sistema.
El último dato disponible, correspondiente a junio de 2025, mantiene las entradas en niveles elevados, situadas en la banda alta de la serie histórica. No obstante, el descenso observado en el último mes introduce síntomas compatibles con un escenario de capacidad máxima, en el que el sistema deja de absorber incrementos adicionales de entradas al ritmo observado en períodos previos. Con la información disponible, no puede hablarse todavía de un cambio estructural de tendencia, pero sí de un freno en el crecimiento que conviene seguir con atención.
Es importante subrayar que las entradas en la lista de espera quirúrgica no equivalen necesariamente a nuevos pacientes que inician el proceso quirúrgico. Una parte corresponde a pacientes recientemente diagnosticados e indicados para intervención, pero otra parte relevante procede de pacientes que ya estaban dentro del proceso quirúrgico y que, por distintos motivos, habían estado temporalmente no programables, reincorporándose posteriormente a la programación.
Por ello, la entrada en la lista de espera quirúrgica no implica siempre una entrada “limpia” en el proceso quirúrgico. Existen movimientos internos —entradas, salidas y reentradas— que no pueden distinguirse con el nivel de desagregación del dato disponible. La información publicada no permite separar cuántas entradas responden a nueva demanda y cuántas a ajustes clínicos o administrativos dentro del propio circuito asistencial.
En consecuencia, las entradas deben interpretarse como un indicador de dinámica y presión del sistema, útil para identificar tendencias y estacionalidad, pero insuficiente por sí solo para extraer conclusiones sobre la demanda quirúrgica real o sobre la eficiencia del proceso sin un análisis conjunto del resto de variables.
Incorporaremos las salidas, razonablemete
Para entender qué está ocurriendo realmente con la lista de espera quirúrgica no basta con analizar las entradas. La lectura cambia cuando se incorporan las salidas, su volumen, su composición y su capacidad para absorber la presión acumulada. Ese análisis, junto con la interpretación del equilibrio resultante del sistema, forma parte del informe completo que estamos preparando con datos actualizados a junio de 2025.
